Si estás preocupado por tu hígado, tenemos un artículo muy interesante sobre una de las plantas más importantes en los últimos años. Se trata de la cúrcuma. Atentos.
El hígado y su función
Si pudiéramos simplificar a cada órgano de nuestro cuerpo un metáfora relacionado con su función, el hígado sería nuestra fábrica más productiva, ya que es el órgano que realiza más funciones metabólicas.
- El hígado neutraliza toxinas, residuos y desechos.
- Se fabrica una infinidad de sustancias, desde nutrientes como grasas y glucosa, a hormonas, aminoácidos, proteínas, enzimas, antioxidantes…
- Además el hígado produce sales biliares necesarias para la digestión, y está implicado en equilibrios metabólicos como el de mantener unos buenos niveles de azúcar y de colesterol en sangre.
- Producción de bilis, que ayuda a transportar los desechos y a descomponer las grasas en el intestino delgado durante la digestión.
- Procesamiento de la hemoglobina para el uso de su contenido de hierro
- Conversión del amoníaco tóxico en urea
- Depuración de fármacos y otras sustancias tóxicas de la sangre.
- Regulación de la coagulación sanguínea.
- Resistencia a las infecciones mediante la elaboración de factores de inmunidad y eliminación de bacterias del torrente sanguíneo.
- Depuración de bilirrubina, incluso de los glóbulos rojos.
- Producción de ciertas proteínas para el plasma sanguíneo.
- Producción de colesterol y proteínas especiales para ayudar a transportar las grasas por todo el cuerpo.
- Conversión del exceso de glucosa en glucógeno para almacenamiento
- Regulación de los niveles de aminoácidos en sangre, que son las unidades formadoras de proteínas.
Curcúma y su función
La cúrcuma contiene antioxidantes, tanto, que han convertido a esta especia en el alimento más antioxidante y estudios muy interesantes sobre el cáncer.
Esta es la razón por la cual la cúrcuma nos puede ayudar a prevenir muchas molestias y ayudar a neutralizar los radicales libres, que además de propiciar un envejecimiento prematuro, pueden dañar nuestros órganos.
Al ser un órgano depurador, el hígado está más expuesto a las toxinas y residuos, que el resto del organismo. Por esta razón, para cuidar el hígado y defenderlo de estos compuestos, es recomendable recurrir a antioxidantes como la cúrcuma.
La cúcuma el gran antioxidante
Está considerada uno de los alimentos más antioxidantes que se conoce y por eso su popularidad se ha disparado en los últimos años. Sus cualidades son muy beneficiosas para todo el organismo. Conozcamos un poco más sobre esta planta:
La cúrcuma es una planta hepatoprotectora, tal y como se ha visto en estudios tanto in vivo como in vitro con animales que posee sustancias que defienden al hígado de sustancias hepatóxicas. Todo apunta a que la cúrcuma ayuda en este sentido a cuidar el hígado gracias a la acción combinada de sus muchos principios anti radicales libres y a estimular las propias defensas antioxidantes del hígado, estimulando sobre todo enzimas como la glutatión peroxidasa o superóxido dismutasa
La cúrcuma favorece la desintoxicación del hígado, ya que aumenta la actividad de la glutatión S-transferasa, un enzima que ayuda a neutralizar muchas toxinas.
La acción antiinflamatoria de la cúrcuma es otra de las grandes cualidades a la hora de ayudar a cuidar el hígado. Tan antiinflamatoria como los corticoides, pero sin sus efectos negativos, la cúrcuma ayuda a regular la producción de prostaglandinas inflamatorias.
Y por si todo esto fuera poco, la cúrcuma también tiene cualidades coleréticas, es decir que estimula la producción de bilis (sales biliares), ayudando en las funciones hepáticas y favoreciendo la digestión de las grasas y la eliminación de residuos y tóxicos a través de las heces.
Puedes añadir esta especie a platos de arroz, carnes, batidos… ¡Introdúcelo en tu alimentación!