En los últimos años ha surgido el debate entre las clínicas dentales clásicas vc las franquicias, esto se debe a que en la actualidad existen varios tipos de atención odontológica. Sin embargo, no siempre resultan en las opciones adecuadas para el bienestar y satisfacción del paciente.
Tener buena salud bucal es primordial para fortalecer nuestra autoestima e incluso, para encontrar un buen trabajo o una pareja. Es por ello que lo ideal es saber diferenciar entre un buen servicio y uno con pocas garantías profesionales.
¿Qué es una clínica dental clásica?
Una clínica dental clásica siempre está bajo la dirección de un profesional en odontología que garantiza el mejor procedimiento según las condiciones de cada paciente. Además, también nos aseguramos de estar bajo el cuidado de alguien que continuamente se encuentra en formación sobre el área, así como informado sobre los últimos avances que se producen en el campo dental.
Un dentista tradicional se considera un profesional de confianza, que se dirige a sus pacientes de manera personalizada y demostrando cercanía. Con esto, siempre estaremos sin nerviosismos, porque sabemos que el tratamiento es el adecuado, así como satisfactorio.
¿Cómo se definen las franquicias dentales?
A diferencia de las clínicas dentales tradicionales, las franquicias dentales están bajo el dominio de grandes empresas que no siempre garantizan la mejor calidad o la ética para llevar a cabo cada tratamiento. Sin embargo, en la actualidad son bastantes famosos entre la población.
Eso último se debe no exactamente por prestar el mejor servicio, sino por la cantidad de publicidad que se puede apreciar en los diferentes medios de comunicación y redes sociales. Lo cual no se traduce en garantía sino en la posesión de mayor poder adquisitivo.
¿Cuáles son las diferencias entre una clínica dental tradicional y una franquicia?
Además de la información antes dada, es evidente que hay una marcada diferencia entre una clínica dental tradicional y una franquicia. Por ello, a continuación, las explicaremos de forma más específica.
1. Tipo de atención al paciente
El dentista de una clínica tradicional es un profesional que entrega atención personalizada, es decir que actúa según las características dentales de cada paciente. Generalmente se hace con amabilidad y de ser necesario, hace un llamado de atención para que el paciente entienda la importancia de su salud.
Con las franquicias no sucede esto, la estancia en estos centros es muy corta. Esto se debe a que la persona asignada para realizar el tratamiento, comúnmente no le dedica el tiempo suficiente al trabajo que ejecuta. Además, siempre que se asiste a una consulta el odontólogo y los auxiliares son diferentes al de la visita anterior. Lo cual genera poca confianza.
2. Ética profesional
Al estar dirigida por un odontólogo, en la clínica dental clásica se garantiza que tanto el médico principal como sus auxiliares están en constante formación y que se mantienen informados sobre cada tratamiento que es lanzado al mercado.
Por otra parte, habitualmente las franquicias están dirigidas por empresarios que más allá de asegurar las cualidades y criterios del personal de su clínica, pueden llegar a implementar acciones con poca ética profesional.
3. Alternativa de tratamientos
En cuanto a las alternativas de tratamientos, la franquicia dental normalmente opta por aquellas intervenciones que les sean más rentables en el corto. Debido a que deben cumplir con las expectativas económicas del empresario. Por lo cual, el tratamiento aplicado no siempre es el adecuado o el odontólogo que lo realiza no tiene facultades para ejecutarlo.
Esta situación no ocurre en una clínica dental clásica, debido a que el odontólogo se preocupa por buscar la solución ideal y con la idea de obtener el resultado que más favorezca a la salud del paciente.